En la etapa de Taller I (6-9 años) los niños se encuentran en lo que María Montessori denominó “el segundo plano de desarrollo”.
De lo más destacado en este período, es que los niños tienden a trabajar de manera colaborativa a través de pequeñas comunidades sociales que se forman al convivir tres edades diferentes. Esto les permite producir intereses diversos y participar de una gran variedad de proyectos,
desarrollar habilidades sociales, como la empatía, la escucha activa y poner en práctica estrategias en la resolución de conflictos, logrando aprendizajes para la vida.
Adquieren, por tanto, el dominio y la integración de las habilidades cognitivas, sociales y emocionales.
La Educación Cósmica es la base sobre la que se construye el aprendizaje en un ambiente Montessori de Taller.
Este enfoque global, permite que los niños comprendan que estamos interconectados, formando parte de un todo, haciéndolos responsables y agradecidos.